Construcciones adjetivas

CONSTRUCCIONES ADJETIVAS

La casa campesina, la casa de nuestros más antiguos e incluso de nuestros modernos antepasados, se configura a partir de las relaciones que mantuvieron con la tierra. La casa es todo un universo completo, un pequeño cosmos ordenado, resultado de un sistema económico cerrado en el que está representada la absoluta totalidad de las actividades del proceso productivo y del consumo familiar.

El campesino gallego era un auténtico arquitecto: construyó toda una serie de edificaciones adjetivas o complementarias que son una prolongación de la vivienda al estar íntimamente relacionadas con su economía a saber, áreas de almacenamiento, de transformación y de elaboración.

Entre las construcciones adjetivas más singulares podemos destacar las siguientes: los “alpendres”,   lugares de almacenamiento más comunes y universales. Consistían en una cubierta de teja apoyada en columnas, y servía para guardar los carros, los aperos de labranza; también podían servir para guardar la leña, como pajar, gallinero, talleres de diversas actividades… Las «eiras» eran espacios para trillar o majar el trigo, las habas y podían estar empedradas. Los hórreos son construcciones aisladas casi siempre de planta rectangular, estrechos con cepas o columnas de granito que los separa de la humedad y protege de los roedores. Sirven para almacenar y secar los granos. Los hornos estaban casi siempre en el interior de las casas: consistían en una cámara de planta semicircular y, en el exterior, forma de ábside. Estaban hechos de granito y ladrillo y sobre todo servían para cocer el pan.

Los pajares servían para almacenar la paja en cuerpos elevados del suelo por medio de entarimados de madera. La cubierta era de paja con una inclinación muy pronunciada. Los palomares, casi siempre asociados a casas grandes, pazos o monasterios (pero muchas veces en los desvanes o en los portalones), tenían forma cilíndrica con muros de mampostería revocados con barro encalado y cubierta cónica. Las cuadras para los animales (sobre todo vacuno) ocupaban gran parte de la planta baja de la casa, debajo de los dormitorios. Proporcionaban estiércol y calor. Los molinos podían ser familiares o comunales. Normalmente estaban construidos de mampostería de poca calidad. La planta suele ser rectangular y en el interior se encuentra el mecanismo de las muelas.

En un recorrido por cualquiera de los rincones de nuestras parroquias, podremos observar la enorme y diversa variedad de construcciones adjetivas que todavía se conservan y que muestran un modo de vida y de relaciones sociales y económicas que ya desaparecieron y que no debemos olvidar.

ALGUNOS HÓRREOS

Hórreos de madera

Hórreos mixtos

Hórreos de cantería

Hórreos de cemento

LOS MOLINOS

Los molinos son uno de los ejemplos más abundantes de arquitectura popular en nuestro país, sobre todo porque están vinculados a un alimento básico: el pan. La red fluvial gallega también favorece este tipo de construcciones, ya que se utiliza el agua como fuerza motriz.

Hay básicamente dos tipos principales de molinos: molinos de río y molinos de marea . Entre los molinos de río, teniendo en cuenta varios criterios de clasificación, existen dos variantes generales, a saber, los de rodicio ( rueda horizontal) y los de acea o bruía (rueda vertical o “nora”). Dentro de la tipología de molinos de rodicios, existen también varias clases en virtud de la forma en que llega el agua al molino: molinos de canal , molinos de pozo o cubo y molinos de caldera .

En el Ayuntamiento de Cambre existe una abundante variedad tipológica de molinos de harina: de rodicio y caldera (molino de Os Galiñeiros y molinos de Cambre),  de bruía (molino de Peiraio ) y  de marea (acea de A Barcala). Generalmente se caracterizan por su gran tamaño (normalmente de una sola planta), suelen servir como vivienda habitual, tienen más de una rueda y pueden moler durante gran parte del año.

En el resto de los ríos de Cambre (Brexa, Valiñas y Gándara) los molinos son simples de rueda horizontal, normalmente de planta rectangular, fábrica de mampostería y cubierta con teja del país. Casi todas están abandonadas, en ruinas y solo algunas rehabilitadas.

Algunos molinos

Alpendres

Pallozas

Los hornos

PALOMARES: SIGRÁS, VIGO Y BRIBES

Aunque en Galicia existe un variado tipo de palomares, en Cambre los que se conservan adoptan las siguientes características: cuerpo cilíndrico con base circular y techo cónico con teja local.

Los palomares de Bribes, Sigrás y Vigo, aunque en diferente estado de conservación, presentan las mismas características formales: muros de mampostería revocados en cemento y pintados de blanco, voladizos perimetrales (losas de pizarra que sirven tanto como plataforma para que las palomas comiencen a volar, como para auyentar a los ratones), nichos para palomares y una pequeña puerta de acceso.

Puertas