Comienza en el centro de la Villa de Cambre, entre la iglesia románica de Santa María y el Museo del Xacemento romano. Entre lo urbano y lo rural, el recorrido transcurre por alguno de los más profundos y antiguos caminos que aún hoy se conservan, al lado de los castros de Cambre y Armental y muy cerca del petroglifo de A Pena da Nosa Señora.