El estuario que forma el río Mero en la confluencia con la ría de O Burgo muestra una gran biodiversidad, acompañada de una ocupación y explotación (relacionada con la pesca, marisqueo y extracción de arena) casi perenne de la zona: desde la Edad del Bronce, pasando por la romanización y la Edad Media hasta nuestros días. Las orillas de la ría pueden ser recorridas en su totalidad por un agradable paseo desde el que se pueden observar los diversos ejemplares de fauna y flora marinas. Desde la antigüedad, la ría de O Burgo ha proporcionado a los habitantes de la comarca una gran cantidad de riqueza marisquera, o ligada a la pesca.